Por Alfredo Silletta
Una vez más, el presidente Javier Milei demuestra su alineación con intereses opuestos a los de su país y América Latina. En contraste, el tres veces presidente Juan Domingo Perón promovió los intereses de los trabajadores, una industria nacional y la hermandad con los pueblos de América Latina. Mientras Milei destituyó a la canciller Diana Mondino por votar, junto a 187 países, a favor de poner fin al bloqueo de Estados Unidos a Cuba (con solo Estados Unidos e Israel en oposición), Perón, durante su tercera presidencia en 1973, fue el primer líder en romper el bloqueo a la isla y, además, ayudó económicamente a Cuba.
Argentina ha respaldado resoluciones similares por más de 30 años, posicionándose dentro de la amplia coalición de países “razonables” —como Alemania, Francia, Italia, España, México, Brasil y China— que también apoyan a Argentina en el conflicto de las Islas Malvinas. Con la expulsión de Mondino de la Cancillería, el gobierno nacional vuelve a evidenciar su aislamiento global, y como si fuera poco, emite un comunicado anunciando que “perseguirá” a todo el personal diplomático que no comparta la visión del presidente. “Esta nueva etapa exige que nuestro cuerpo diplomático refleje los valores de la libertad, soberanía y derechos individuales. La República Argentina defenderá estos principios en todos los foros internacionales, y el Poder Ejecutivo iniciará una auditoría del personal de carrera de la Cancillería, con el objetivo de identificar impulsores de agendas contrarias a la libertad”. En pocas palabras, si no compartes sus ideas, te perseguirán.
Es importante mirar al pasado para entender el presente y el futuro. Juan Domingo Perón y Fidel Castro mantuvieron, durante una década, un diálogo profundo en busca de la unidad de América Latina y de la liberación de sus pueblos de las oligarquías locales y del imperialismo. Aunque no se sabe si tuvieron conversaciones telefónicas, sí intercambiaron abundante correspondencia, marcada por el respeto y la admiración. Al regresar al poder en 1973, Perón ordenó reanudar las relaciones diplomáticas con Cuba y, a fines de ese año, rompió el bloqueo impuesto por el imperialismo norteamericano mediante un convenio de cooperación económica y comercial. Este acuerdo permitió que Argentina concediera a Cuba un crédito de 200 millones de dólares (con posibilidad de extenderlo hasta 1.200 millones), lo cual facilitó la exportación de camiones, tractores, ómnibus y automóviles de producción nacional (en el marco de esta operación, FIAT Concord vendió a Cuba 5.000 camiones pesados, 1.000 tractores y 6.000 automóviles por 120 millones de dólares).
En febrero de 1974, Perón escribió a Fidel una extensa carta que comenzaba con “Estimado amigo”: “Nosotros, los justicialistas, tenemos un aforismo que dice: ‘mejor que decir es hacer y mejor que prometer es realizar’. Cuba y Argentina lo están demostrando en la práctica. Las revoluciones no pueden ser idénticas en todos los países, porque tampoco todos los países son iguales, ni tienen la misma idiosincrasia. Es necesario que cada uno actúe, dentro de su soberanía, con sus propios métodos. Pero es indudable que la unidad latinoamericana será la única posibilidad de libertad real para nuestro continente…”. Este objetivo, añadía, exige que todos actúen de inmediato para lograr respaldo y seguridad en el ámbito del Tercer Mundo, lo que garantizaría el desarrollo y libertad económica, política y social.
“Tanto usted amigo Fidel, como yo, llevamos muchos años de permanente lucha revolucionaria. Ello otorga una experiencia invalorable que es preciso transmitir a la juventud, para evitarle atrasos que se pagan siempre con dolor y sangre, inútilmente. La pujanza viril de la vida joven, para rendir verdaderos frutos a la Patria, debe ir acompañada de la cuota de sabiduría que otorga la experiencia…” ¡En fin! Todo esto quiere decir que la tarea no se termina mientras uno viva. Pero bien vale la pena vivir y morir por un ideal que trasciende a los pueblos. ¡Un gran abrazo!”.
Fidel Castro respondió en marzo del mismo año, reconociendo el gesto patriótico de Perón y la soberanía de su gobierno: “No hay mejor respuesta latinoamericana a este bloqueo que los acuerdos de la República Argentina con Cuba… Me complace manifestarle nuestra plena coincidencia sobre la necesidad de una verdadera unidad latinoamericana como única vía para la libertad completa de nuestros pueblos y para que América Latina desempeñe el rol que le corresponde en el mundo…”. Fidel concluía la carta expresando su agradecimiento por el restablecimiento de las relaciones diplomáticas y económicas, y deseándole salud y éxitos a Perón en sus responsabilidades.
Al fallecer Perón en julio de 1974, Fidel Castro reflexionó: “Sentí una terrible sensación de abatimiento y tristeza. Recordé su decisión de romper el bloqueo a Cuba… Perón siempre será recordado aquí como un patriota latinoamericano y un amigo de Cuba y su pueblo”.
Dos patriotas y un cipayo.
Si te interesa el vínculo poco conocido entre Perón y Fidel te dejamos el podcast de La Patria Sublevada para que lo disfrutes. Acá su link:
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