Anunció bajas en su programación por reestructuración. La pérdida de la pauta oficial tras el cambio de gobierno el motivo.
El multimedios El Destape, propiedad de Roberto Navarro, atraviesa uno de sus momentos más difíciles. En las últimas semanas, el empresario decidió levantar la programación de los fines de semana tanto en su radio como en su canal de TV. La medida ha generado controversias sobre sus verdaderas causas, enfrentando las explicaciones oficiales de Navarro con las denuncias de quienes pierden su espacio en la grilla.
Navarro justificó la decisión como parte de “una reestructuración” enfocada en “priorizar los negocios más rentables” con el objetivo de lanzar un nuevo servicio de streaming en 2025, orientado a captar audiencias jóvenes. Sin embargo, Carlos Ulanovsky, uno de los conductores afectados, ofreció otra lectura: vinculó los recortes a la grave situación económica del multimedio y a la suspensión de la publicidad oficial por parte del gobierno nacional.
La caída
El Destape creció exponencialmente durante la gestión de Alberto Fernández y Cristina Kirchner, impulsado por millonarios subsidios en forma de pauta oficial tanto del gobierno nacional como de la administración bonaerense de Axel Kicillof. Este respaldo financiero permitió a Navarro expandir su proyecto, sumando una radio AM, una plataforma audiovisual y finalmente un canal de noticias, lanzado en 2022 con un perfil claramente militante, alineado con las campañas de Unión por la Patria.
Sin embargo, el cambio en los hábitos de consumo mediático y, más recientemente, la llegada de Javier Milei al poder, alteraron drásticamente ese panorama. La eliminación de la obligatoriedad de incluir ciertos canales en las grillas de TV por cable y el corte de la pauta oficial dejaron al multimedio en una situación de vulnerabilidad. Y a pesar de los millones que recibe aun del gobierno provincial, El Destape está en riesgo de subsistencia.
Voces críticas
Entre los programas eliminados destacan Reunión Cumbre y Palermo Wuhan, conducidos por Ulanovsky y Nico Lantos, además de ¿Qué me contás?, liderado por Taty Almeida, referente de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora. Ulanovsky, al anunciar el final de su programa, apuntó directamente contra lo que llamó “el malvado ahogo mileísta” y denunció las restricciones a los medios independientes como parte de un plan gubernamental para desfinanciarlos.
Por su parte, el dueño del medio insiste en que la crisis obedece a la necesidad de adaptarse a un modelo de negocios más eficiente. “El streaming recauda más. No es necesario transmitir los siete días de la semana ni en todos los horarios”, afirmó Navarro a Clarín, señalando que su estrategia apunta a la sostenibilidad a largo plazo.
El declive
El origen de El Destape se remonta a 2011, cuando Navarro debutó en televisión con un programa homónimo en CN23, un canal afín al kirchnerismo. Más tarde, su carrera se consolidó en C5N, aunque salió de allí en 2017 tras conflictos internos. Con apoyo político y financiero, fundó su propio multimedio en 2018, expandiéndolo con rapidez gracias a la pauta oficial, que entre 2020 y 2022 creció un 695%.
No obstante, esta dependencia de los recursos estatales expuso al grupo mediático a la volatilidad del cambio de gobierno. El fin de los subsidios, sumado a las transformaciones en el consumo de noticias, han puesto en jaque ese modelo.
Con su proyecto de streaming en el horizonte, Navarro intentará reposicionar El Destape en un mercado mediático cada vez más competitivo. Sin embargo, el descontento de sus colaboradores y la falta de certezas sobre la viabilidad de esta transición plantean interrogantes sobre el futuro de un medio que, en su auge, llegó a ser uno de los pilares de la comunicación kirchnerista.
Credito RN
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