Luego del papelón de llegar tarde a la despedida del Papa Francisco, el presidente se dedicó a tuitear e insultar a todos aquellos que le recordaron la vergüenza de haberse demorado por quedarse a charlar con un economista libertario, cercano además al Opus Dei, uno de los grupos católicos más despreciados por el Papa.
Más allá de que al presidente le permitieron pasar al atrio de la Basílica de San Pedro para estar frente al ataúd cerrado de Francisco, no hizo ninguna declaración, pero “lloró”. Los argentinos poco le creyeron y fueron durísimos en las redes sociales por el papelón presidencial.
Milei, que no soporta ninguna crítica —mucho menos en redes sociales—, en vez de mostrarse conmovido por el funeral de Francisco, se dedicó a insultar a todo el mundo, tratando en forma especial a los periodistas de “cerdos y brutos”.
La consultora Ad Hoc monitoreó la conversación digital en redes sociales y mostró que el tuit de Milei tuvo una negatividad del 50 % entre las publicaciones que se refirieron a este tema.
Ad Hoc identificó que esa mayoría de comentarios negativos hacia el presidente se debieron a que los usuarios “le recordaron cómo se refería al Papa antes de llegar a la presidencia”.
La nueva derrota del presidente en las redes tapó la buena recepción que tuvo la salida del cepo, explicaron desde la consultora.
Los argentinos recordaron los insultos de Milei al Papa y la bronca por haber llegado tarde para el último adiós a Francisco con el ataúd abierto, simplemente por quedarse a recibir un premio pedorro de parte de un personaje menor y reaccionario como Jesús Huerta de Soto.
En ese desprecio a los argentinos, el presidente luego anunció que, a su regreso al país, va a condecorar con la Orden de Mayo a Huerta de Soto, una distinción que se otorga exclusivamente a ciudadanos extranjeros que se hayan destacado por sus servicios y obras personales, y que merezcan la gratitud de la Nación.
Facebook
Twitter
Instagram
YouTube
RSS