Por Alfredo Silletta
El silencio domina tanto en la expresidenta Cristina Kirchner como en el gobernador Axel Kicillof, mientras que sus entornos especulan en exceso. Desde el Instituto Patria, afirman que Axel debe anunciar públicamente su apoyo incondicional a Cristina, evitando dejarse influenciar por su entorno, para no repetir la experiencia de Alberto Fernández. En la Gobernación, por su parte, insisten en que están concentrados en la gestión diaria, y que Kicillof solo hablará de política partidaria el próximo 17 de octubre, en el acto del “Kilómetro Cero” del peronismo, en Berisso. Mientras tanto, el gobernador Ricardo Quíntela ya ha presentado los avales para participar en las internas del PJ, enfrentándose a Cristina.
Las tensiones entre Máximo Kirchner y Axel Kicillof comenzaron en 2023, cuando La Cámpora quería que Kicillof fuera candidato presidencial. Paralelamente proponían a Martín Insaurralde, antes del escándalo del yate en Marbella, como candidato a gobernador o en el caso que fuera por la reelección que Insaurralde fuera como candidato a vice, reemplazando a Verónica Magario. Ninguna de estas opciones se concretó y Kicillof ganó la reelección con el 45% de los votos.
Los intendentes y la militancia consideran que es momento de bajar los tonos y preservar la unidad. “La gente la está pasando mal, no les alcanza lo poco que ganan, las tarifas de luz y gas están por las nubes, el transporte sigue aumentando, y nosotros nos peleamos, ¡una locura!”, se lamenta un intendente del conurbano que, ante la feroz interna, prefiere resguardar su identidad.
Los jefes territoriales están preocupados por el 17 de octubre, temiendo que Kicillof, Quíntela y algunos intendentes aparezcan en el acto de Berisso, mientras que Cristina elija ir a alguna barriada del conurbano, como hizo recientemente en La Matanza.
Un importante dirigente de CABA, con diálogo fluido con el kirchnerismo, sostiene que Cristina, como líder del peronismo, debería participar del acto en el “Kilómetro Cero” en Berisso junto a Kicillof, e invitar a Ricardo Quíntela y a los demás gobernadores peronistas. “Es con todos, nadie sobra”, remarca.
En estos momentos de incertidumbre, cuando ciertos sectores buscan dividir al peronismo, es útil recordar el pasado. No hace falta remontarse a Perón; basta con Néstor Kirchner. Tras la victoria de Kirchner sobre Duhalde en las elecciones de 2005, algunos sectores progresistas pedían que rompiera con Duhalde y con el peronismo. Juan Pablo Feinmann, uno de los intelectuales más reconocidos, lo criticaba públicamente por no hacerlo, y lo expresó en una entrevista en la revista Veintitrés. Néstor no se quedó callado y le respondió de manera contundente. Años después, en su libro El Flaco, Feinmann reproduce la respuesta de Kirchner:
“En tus opiniones, menospreciás la victoria del pueblo de la provincia de Buenos Aires sobre el aparato duhaldista y confundís el voto popular con los movimientos de aparatos. Cuando te quejás de la CGT, no reconocés que, nos guste o no, son ellos quienes hoy representan a los trabajadores. También caés en el reduccionismo político de equiparar a la CGT con Barrionuevo. Eso sería como equiparar a todos los empresarios con Martínez de Hoz”.
Y agregó:
“Creo que vos y yo no pensamos tan diferente, sino que tenés miedo. Miedo de que te confundan, porque creés que la individualidad te va a preservar. Pero no te olvides de que pertenecemos a una generación que siempre creyó en las construcciones colectivas. La individualidad te pondrá en el firmamento, pero solo la construcción colectiva nos reivindicará frente a la historia. Al fin y al cabo, todos somos pasantes de la historia”.
Es fundamental, frente a un gobierno tan cruel, que Cristina y Axel se comuniquen, sin importar quién haga la primera llamada. Lo importante es que muestren un peronismo unido en el acto del 17 de octubre, porque como decía Néstor: “las construcciones son colectivas, y al fin y al cabo, todos somos pasantes de la historia”.
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