La ex Presidenta está dispuesta a que se produzca la unidad en el espacio y no ve con malos ojos pedirle al gobernador riojano que lo acompañe en la lista. No obstante, pretende apaciguar las aguas en el peronismo que se han caldeado después de la derrota electoral del año pasado.
Las tensiones que atraviesa el Partido Justicialista de la Nación vienen en constante crecimiento a partir de las dos posibles candidaturas para suceder a Alberto Fernández. En esa línea, Cristina Kirchner habría mandado a llamar a su contrincante Ricardo Quintela con la intención de convencerlo para que baje su lista y le ofrecería algunas regalías a cambio.
Según pudo saber CRONOS, el encuentro aún no tiene una fecha y un horario confirmado, pero se estima que será antes del fin de semana dado que el 19 de octubre es la fecha límite para inscribir las listas. De todas formas, el lugar a encontrarse está más que definido: el Instituto Patria.
Desde el entorno de la ex Presidenta señalaron que se le ofreció al gobernador riojano la posibilidad de que acompañe a Cristina como vicepresidente del PJ nacional. Sin embargo, la comunicación se dio a través de terceros ya que el secretario privado de la ex jefa de Estado le escribió al secretario del mandatario provincial.
Cabe señalar que, este lunes, ambos candidatos presentaron sus listas para competir. Por el lado de Cristina, se pidió la reserva de los nombres de “Primero La Patria”, color “Celeste y Blanca” y el Número 2. Desde el lado de Quintela, ya definieron que su boleta se llamará “¡Federales!, un grito de corazón” y tendrá los colores de las banderas de La Rioja y Argentina.
Fuentes cercanas al gobernador riojano afirmaron que Quintela pretende que Kicillof forme parte del trato con Cristina con el objetivo de que integre la mesa de decisiones del peronismo y de la fuerza política (Unión por la Patria).
De igual forma, por fuera de los dos candidatos, integrantes del PJ estudian dos posibilidades de cara a los comicios del 17 de noviembre. Primero, una lista de unidad liderada por Cristina y secundada por Quintela. La otra opción es postergar por unos meses la elección interna para poder bajar los niveles de tensión y evitar que se extienda la interna.
En los próximos días, habrá un panorama más claro sobre el futuro del Partido Justicialista. Hasta el momento, el peronismo “disidente” liderado por el riojano está lejos de torcer el brazo y apunta sus cañones a quedarse con el sillón de la sede ubicada en Matheu 130.
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