
«Estamos preocupadas, preocupadas, indignados e indignadas por la política sanitaria. Nosotros defendemos nuestros puestos de trabajo y defendemos la política sanitaria. Algunos sindicatos pasaron diciendo que sólo representaban a sus afiliados, modifiquemos eso y demos la lucha unificada», dice una trabajadora en el hall del Ministerio de Salud. Este 30 de enero, el Ministro Mario Lugones hizo efectivo el despido del 40% de la planta de la dirección de respuesta al VIH, Hepatitis y Tuberculosis. Compartimos un texto redactado por los trabajadorxs

Profesionales que desde hace años aportan su experiencia y dedicación para la respuesta sostenida a estas pandemias. Éstos se suman a 1400 despidos que implica el desguace del Ministerio de Salud y de la Salud Pública en consecuencia. En un contexto donde los diagnósticos de VIH y Tuberculosis no dejan de aumentar y las Hepatitis virales continúan siendo prevalentes, el desmantelamiento de las direcciones y la eliminación de las coordinaciones que desarrollan políticas públicas para la salud resulta criminal.

Estas reparticiones no solo se encargaban de adquirir y distribuir los medicamentos y tratamientos para las personas en todo el país; de planificar y ejecutar acciones de prevención, sino que también realizaban estimaciones y estudios sobre las poblaciones más vulnerables, lo que permitía diseñar estrategias efectivas de intervención.
Los despidos masivos dejan sin capacidad al Ministerio para dar respuesta a las enfermedades. La responsabilidad, por disposición de la ley 27.675, de garantizar la provisión de medicamentos e insumos a toda la población es del Gobierno Nacional. La pretendida delegación de este rol a las provincias atenta contra la óptima utilización de los recursos públicos que deberían estar disponibles para atender las necesidades de la comunidad. Las compras descentralizadas de medicamentos e insumos producirán un mayor déficit fiscal.
La salud pública no puede ser desmantelada ni desfinanciada, ya que esto pone en peligro la vida de miles y miles de personas y aumenta la propagación de enfermedades. Estamos asistiendo a la planificación de un genocidio. La salud y la vida de las personas que tenemos VIH, Hepatitis y Tuberculosis está en riesgo a causa del desfinanciamiento y el desmantelamiento de la Salud Pública del gobierno de Milei. La responsabilidad es del Estado Nacional.
Cumplan con la Ley 27675, ¡Ya!

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