Así lo determinó el Tribunal Oral en lo Criminal y Correccional Nº25, quien coincidió con el pedido que había hecho la fiscalía durante su alegato, donde había descripto la violencia con la que actuó el acusado en las situaciones que involucraron a tres mujeres. Los fundamentos se conocerán el próximo 27 de noviembre.
El Tribunal Oral en lo Criminal y Correccional Nº25 condenó anoche a 27 años de prisión al músico de rock Miguel del Pópolo por haber abusado sexualmente de tres mujeres. Además, se ordenó su inmediata detención, de acuerdo a lo que había pedido en su alegato el fiscal general Guillermo Pérez de la Fuente. Los fundamentos se conocerán el próximo 27 de noviembre.
Los jueces Hugo Daniel Navarro, Ana Dieta de Herrero y Marcelo Bartumeu Romero consideraron a Del Pópolo responsable del abuso sexual cometido con acceso carnal en relación a las tres denunciantes. Uno de los casos fue calificado como reiterado, debido a la multiplicidad de situaciones.
En línea con lo postulado por el titular de la Fiscalía General Nº18 ante los Tribunales Orales Criminales y Correccionales, el tribunal ordenó que, una vez que la sentencia quede firme, se obtenga y extraiga el perfil genético del hombre con el objetivo de que sea remitido al Banco de Datos Genéticos, de acuerdo a la Ley N°26.879, que creó el Registro Nacional de Datos Genéticos vinculados a Delitos contra la Integridad Sexual.
Por otro lado, se absolvió a Del Pópolo del delito de lesiones leves, ya que el fiscal había considerado que esa secuencia estaba prescripta. En el caso, colaboró la Dirección General de Acompañamiento, Orientación y Protección a las Víctimas (DOVIC), a cargo de Malena Derdoy.
La acusación
“A Del Pópolo le daba placer tener una relación sexual causando dolor y sufrimiento”, afirmó el fiscal durante su exposición ante el tribunal. Analizó primero el caso que involucró a Mailén, la joven que lo denunció en 2016 y que hizo pública la situación a través de un video. Consideró que quedó acreditado a través de los testimonios, los informes y por sobre todo el relato de la víctima que el músico abusó sexualmente de ella en abril de aquel año “mediante el empleo de violencia y contra su voluntad”, en el departamento que ocupaba con su familia en Villa Crespo.
Para ello, la violentó de distintas maneras a pesar de su resistencia y dirigiéndose a ella como “puta” y asegurándole que era suya. Toda la agresión la concretó mientras la joven lloraba. “Me gusta que tengas miedo”, le dijo.
El representante del MPF marcó que era relevante analizar la prueba de los tres casos en forma integrada ya que se refieren a conductas similares perpetradas por un mismo hombre hacia tres mujeres distintas. Mostró después la cantidad de veces que Mailén relató lo sucedido, como lo dicho ante la Brigada Móvil de Atención a Víctimas de Violencia Sexual del Programa Las Víctimas contra las Violencias del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos y su declaración en la Oficina de Violencia Doméstica de la Corte Suprema de Justicia. Justamente, esas profesionales elaboraron un informe donde dieron cuenta de que atravesaba una situación de alto riesgo.
“El acto sexual para Del Pópolo no necesita consentimiento de la otra persona, solo importa su voluntad. Es cuando él quiera, dónde y cómo quiera sin importar la conformidad”, remarcó el fiscal Guillermo Pérez de la Fuente.
Incluso, en ese escrito mencionaron la angustia que le provocaba la situación y que se trataba de un “discurso claro y coherente” que dejaba en evidencia “la manipulación psicológica padecida y el entrampamiento” en el que estaba inmersa.
El fiscal hizo foco también en los diversos informes que hicieron profesionales en psicología y psiquiatría donde dejaron en claro que había signos “compatibles con haber pasado por una situación de abuso o ataque”. Luego, recordó los testimonios de los amigos de la joven, que contaron no solo cómo estuvo en los momentos después del ataque sino como Del Pópolo la acosaba.
Otra de las testigos, que compartía con el acusado la banda “La ola que quería ser chau”, mencionó que el músico estaba obsesionado con Mailén y recordó que le había dicho que “quería ser como Cristian Aldana”, en referencia al cantante y creador de “El Otro Yo” -condenado a 22 años de prisión por corrupción de menores-. “Que mala elección hablar de Aldana, condenado por este mismo tribunal por abusar sexualmente de sus fans”, recordó el fiscal.
Luego, describió el caso de Rocío, quien denunció a Del Pópolo por haber abusado sexualmente de ella cuando quiso terminar en 2013 la relación que había entre ambos. Además de describir cómo había sido el ataque, la joven contó que al menos diez veces se despertó mientras el acusado abusaba de ella.
En ese punto, el fiscal recordó una frase de un tema del músico: “Quiero garcharte dormida y que flashees que soy Dios” y agregó: “El acto sexual para Del Pópolo no necesita consentimiento de la otra persona, solo importa su voluntad. Es cuando él quiera, dónde y cómo quiera sin importar la conformidad”, marcó. Para ello, puntualizó que en el relato de la joven (al que describió como “congruente y consistente”) se evidenciaba la violencia con la que se manejaba el acusado en sus vínculos.
“¿Cuándo cuenta la víctima? Cuando puede: el poder contar puede llevar tiempo o asistencia de un profesional o medicación. Puede no ser inmediato y es un detalle menor cuando cuenta una víctima frente a lo que cuenta”, recalcó.
En relación al tercer caso, repasó que Del Pópolo había acordado encontrarse con la joven para acompañarla a ver una habitación que ella deseaba alquilar y que luego fueron a un bar cercano y después al domicilio del imputado. En ese momento, si bien la denunciante aceptó mantener relaciones sexuales, cambio de idea debido que el hombre comenzó a violentarla y agredirla para concretar el abuso.
“Se excita con actos de crueldad”
“Exponerse y mostrarse como víctima de abuso sexual no es agradable para ninguna mujer pero es importante que la cuenten. Los abusadores se aprovechan del silencio y de la vergüenza que pueden sentir las víctimas”, sostuvo el fiscal y reiteró que la prueba del juicio atraviesa los tres casos porque muestra cómo es Del Pópolo y cómo se comporta.
Tras repasar los mensajes que les mandó el músico a las denunciantes después de los hechos, donde les pide disculpas pero asegura no recordar qué había pasado, aseguró: “Es un mentiroso total, en cada uno de los abusos asegura que estaba borracho y que era la primera vez que le pasaba: sabe bien lo que le hizo a las tres y sí se acuerda de lo que pasó”.
“A Del Pópolo le daba placer tener una relación sexual causando dolor y sufrimiento”, afirmó el fiscal durante su exposición ante el tribunal.
Marcó que después que actuó con “absoluta prescindencia de la voluntad, la intención y el deseo de las jóvenes” y en una situación de dominio absoluto.
Tras considerar que se había probado que Del Pópolo había cometido los abusos sexuales con acceso carnal, el fiscal Pérez de la Fuente se preguntó: “¿Cuál es la pena para una persona que, desde una posición de dominio, maltrata, manipula e intimida? ¿Para alguien que objetiviza, que cosifica a jóvenes mucho menores que él, que confiaron en él?”
Evidenció que el agresor sabía cómo eran sus gustos, cómo eran ellas, que les causaba dolor y alegría. “Todos estos sufrimientos los causó queriéndolos causar, aprovechándose de la vulnerabilidad de las tres”, recalcó e indicó que Del Pópolo ejerció su “poder de dominación” para forzar las prácticas sexuales.
“Prescindir del deseo sexual de otro y transformarlo en un cosa para que haga lo que quiera y que la víctima piense que puede ser culpable de ese acto es algo que necesariamente debe ser merituado”, concluyó el fiscal al momento de pedir 25 años de prisión para Del Pópolo y aseguró que el músico tuvo una “conducta sádica” y que “se excita con actos de crueldad”.
En la audiencia, la querella que representa a dos de las denunciantes había pedido 31 años de prisión, mientras que la defensa, tras cuestionar los relatos realizados por las jóvenes y la difusión de los videos donde contaban lo sucedido, reclamó su absolución por el beneficio de la duda.
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