
Habían empatado 1-1 en la ida.
San Lorenzo perdió un partido increíble ante un flojo Atlético Mineiro y se despidió de la la CONMEBOL Libertadores en octavos de final, en un partido que lamentará por mucho tiempo.
El partido tuvo dos etapas: la primera, hasta los 65′ en que Rodrigo Battaglia, ex Huracán, aprovechó una desatención de la defensa del Ciclón y no perdonó. Es que San Lorenzo había sido superior durante el grueso del partido, teniendo las chances más claras y generando un desconcierto lógico en los locales.
La primera mitad se fue sin más, y en el comienzo se dio la jugada más polémica del encuentro. Otávio, volante del Galo, le cometió una falta muy fuerte a Nicolás Tripichio. El árbitro le mostró solo la tarjeta amarilla y enseguida Gabriel Milito lo sacó de la cancha para preservarlo, exponiendo la decisión.
Y si bien San Lorenzo no se achicó y tuvo un mano a mano a los 63′ de Cuello, obligando a unos reflejos rápidos del arquero Éverson, se le desmoronó todo dos minutos después.
Rodrigo Battaglia, ex Huracán, ganó por arriba en un córner y golpeó al Ciclón en su mejor momento. Por si fuera poco, el futbolista hizo el gesto de inflar un globo, por su pasado en el club de Parque Patricios. Todo lo que le podía salir mal a San Lorenzo, le salió.
En el último cuarto de juego, el equipo sí se achicó. El gol cambió completamente el trámite y los dirigidos por Romagnoli no volvieron a inquietar nuevamente. La conquista fue, claramente, un mazazo que terminó el partido y generó una eliminación dolorosa y con gusto a poco en esta CONMEBOL Libertadores.
Fuente: ESPN

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