Como ya nos tiene acostumbrados, el presidente Milei muestra su desprecio por la Argentina y, ante la caída en las encuestas, sale a agitar un “supuesto golpe de Estado”. Ayer, en IDEA, frente a los periodistas, dijo que vetará cualquier intento de reformar los DNU: “¿Qué tratan de hacer? ¿Un golpe de Estado?”.
En su conferencia con los empresarios del coloquio que se realizó en Mar del Plata, señaló que el ajuste continuará “durante las vacaciones para que la gente no se entere de lo que está ocurriendo”, como si las personas no estuvieran sufriendo el aumento de las tarifas de luz, gas, transporte y alimentos.
Mientras los economistas lo aplaudían, en la calle, la comunidad universitaria aprovechó su presencia para recordarle que no era bienvenido para todos: varias columnas de estudiantes, docentes, investigadores y trabajadores de la Universidad Nacional de Mar del Plata (UNMdP) marcharon lo más cerca del Sheraton que el enorme operativo de seguridad lo permitía, para exigirle que garantice el financiamiento universitario.
Al igual que el ministro Luis Caputo el primer día, Milei se refirió varias veces a la “campaña negativa” que se hace respecto a las universidades: “Son mentiras que voy a arancelar las universidades o que las quiero cerrar porque las quiero privatizar”, y agregó: “Las universidades no van a ser privatizadas, van a seguir siendo públicas y no aranceladas. Lo único que queremos hacer es auditarlas”.
Milei no perdió la ocasión de recomendar un libro “muy interesante”, Diario de una temporada en el quinto piso de Juan Carlos Torre, publicado en 2021, que registra lo que vivió el autor como parte del equipo económico de Raúl Alfonsín, una experiencia que terminó en hiperinflación. Es un libro muy recomendado por Cristina Fernández de Kirchner.
El presidente dedicó una parte importante de su discurso a hablar de la pesada herencia y los falsos logros de su gobierno. Insistió con pronósticos que sólo él genera y entiende, acerca de lo que sería la peor crisis en la historia de Argentina: inflación del 17.000%, pobreza del 90% e indigencia de más del 50%. “Acá siempre hay una discusión acerca de si es válido o no estar haciendo las anualizaciones. Yo pienso que sí. Es más, el día que nos hicimos cargo de la administración, en ese discurso de apertura expliqué cómo se hacía la cuenta”, se defendió el presidente.
Milei mantuvo, como es su costumbre, las mentiras de siempre y utilizó datos falsos, como que el desempleo ha bajado desde que asumió. Según el último dato disponible del INDEC, la tasa de desempleo fue del 7,6% en el segundo trimestre del año.
También mencionó que “las jubilaciones crecieron un 10% por encima de la inflación, incluso superando el índice de noviembre”, dato que desmiente un informe del Centro de Economía Política Argentina (CEPA), que calcula que las jubilaciones sin bono en el trimestre septiembre-noviembre de 2024 serán un 46% menos de manera interanual; mientras que las jubilaciones con bono se encuentran un 136% por debajo del mismo período.
Un presidente que miente y miente, que cae en las encuestas, y que amenaza con supuestos golpes de Estado mientras continúa con su política cruel de destruir el Estado de bienestar.
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