Después del escándalo frente a Boca, Fassi ratificó la cruzada en contra de la conducción de la AFA. Los gestos a Milei y el vínculo con Roggio.
“Nuestro problema es el fútbol y está claro que a Talleres lo vienen cagando hace rato. No nos interesa la política, ese es otro partido que nosotros no jugamos”. Así definen en el entorno de Andrés Fassi, el presidente de Talleres, las razones de la embestida del dirigente del fútbol cordobés en contra de Claudio ‘Chiqui’ Tapia, el presidente de AFA.
No obstante, también es cierto que no son pocos los que en Córdoba analizan la cruzada desde otro lugar y no creen en el empresario cuando dice “‘Chiqui, no tengas miedo, no me interesa ser presidente de AFA”.
En una de las varias frases que Fassi le dedicó al hombre fuerte del fútbol argentino en la conferencia de prensa de este mediodía cuando dio pormenores del tenso cruce con Andrés Merlos, el árbitro del escándalo en la noche del sábado tras la eliminación a manos de Boca por Copa Argentina.
Fassi hoy se acomodó como el líder de la oposición a Tapia y lo hizo en una conferencia de prensa que fue transmitida por canales nacionales, replicada en distintos medios y que, además, convirtió en tendencia al presidente de Talleres en redes sociales después del mediodía.
“Me da mucha tristeza, con el amor que le tengo al fútbol argentino y a Boca, que Fassi tenga tanta razón”
Mauricio Macri
Viejo conocido, además, de otro dirigente del fútbol que respalda la inserción de los privados como el presidente de Estudiantes de La Plata, Juan Sebastián Verón. Tofoni organizó partidos amistosos de figuras del fútbol mundial y el titular de Estudiantes era una de las estrellas convocadas.
Hoy Fassi dijo que recibió el respaldo de otro presidente de un club de Primera, al que prefirió no nombrar, aunque todos creen que hablaba de ‘la Bruja’.
No así con los clubes de Córdoba, donde el presidente de Instituto, Juan Manuel Cavagliatto es el hombre de Tapia en la provincia; y Luis Fabián Artime, el titular de Belgrano, aseguró su reelección cuando se acercó a ‘Chiqui’. Tampoco de la política, por fuera de De Loredo y algunos radicales, hubo un respaldo a Fassi.
No hubo manifestaciones públicas, por ejemplo, del gobernador Martín Llaryora quien se encuentra de gira por los Estados Unidos junto a una comitiva de empresarios entre los que se encuentra Rodrigo Escribano, vicepresidente de Talleres y hombre del Grupo Roggio. Inteligente, Llaryora sabe que una tensión con Tapia puede alejar a la selección de partidos en Córdoba y, como muchos de los políticos, ven en Fassi un rival.
En la entidad, por su parte, están convencidos de la maniobra de Fassi que, según algunos detractores del presidente albiazul, es una manera de construir relato y despegarse de la agenda real con los hinchas dentro de un mercado de pases muy austero, y con sendas eliminaciones en Copa Argentina y Copa Libertadores.
No obstante, en el entorno del presidente de Talleres hablan de un necesario cambio cultural en el fútbol argentino, le ponen épica con la batalla de un solo presidente con 27 en silencio y apuestan a una reestructuración total. “Hay estadios de hace 50 años en los que no tienen agua los baños y se quieren colgar de Messi”, dijo una persona que conoce a Fassi. Un tipo dispuesto a todo; incluso, a entrar de una vez por todas en la política.
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